En la actualidad uno de los temas más relevantes de salud pública se relaciona con la hipertensión arterial. Derivado de ello organismos internacionales y diversos países han emitido recomendaciones y puesto en práctica algunas medidas para disminuir la ingesta de sal.

En la industria salinera mexicana somos un sector comprometido con la salud de la población de nuestro país y desde hace varias décadas hemos sido un aliado estratégico en exitosos Programas de Salud Pública, como el Programa Nacional de Yodación Fluoración de Sal cuyo objetivo es prevenir problemas de tiroides, aprendizaje, retardo mental y caries dental.

El resultado de algunas políticas de comunicación enfocadas a reducir el consumo de sal asociándola directamente con los problemas de hipertensión está provocado una percepción negativa en torno a un alimento vital y de primera necesidad como es la sal.

En dichos mensajes se omite mencionar las importantes aportaciones en materia de Salud Pública que se han logrado por medio de la adición de yodo y flúor en la sal.

Los productores de sal representados en la AMISAC consideramos que las recomendaciones de reducir el consumo de sal deben formularse con base en evidencia científica que responda a las necesidades nutricionales de cada país y, hasta la fecha, no se ha alcanzado todavía ese nivel de investigación y consenso.

Además de ello, recientes investigaciones ponen en duda la inocuidad de la restricción de sal en los hipertensos a largo plazo, ya que aunque reducir los aportes de sal hace bajar la presión arterial en la mayoría de los hipertensos, existen dudas en cuanto al impacto de mortalidad cardiovascular.